Publicado: 12/11/2012. Actualizado: 13/03/2015
El microchip es un sistema electrónico de identificación de animales de compañía. Formado por dos partes: el microchip en sí y la cápsula por la que está cubierto. Esta cápsula está hecha de un vidrio suave y biocompatible (hipoalergénico) y es tan pequeña como un grano de arroz.
El proceso de chipado (implantación del chip) lo tiene que hacer un veterinario. El veterinario introduce la cápsula, mediante un inyector que, por medio de un émbolo, la empuja una vez atravesada la piel. Cada chip almacena un código de números único, lo que es como el DNI del animal.
El microchip se coloca una vez en la vida del gato y queda en su cuerpo para siempre. La información relativa queda registrada en la base de datos del Censo de Mascotas que tiene cada Comunidad Autónoma, en el que se almacena la información relativa a cada chip (el nombre del dueño, su dirección y uno o dos teléfonos de contacto). Existe la Red Española de Identificación de Animales de Compañía (REIAC): http://www.reiac.es/. También existe una red europea a nivel internacional, en la que se pueden encontrar las mascotas registradas en todas las bases de datos asociadas a ella, es la Euro Pet Net: http://www.europetnet.com/.
Para poner el chip se aconseja esperar a que gatito tenga un mes y medio o dos meses. Después de esa edad, se puede implantar en cualquier momento.
Es importante que los datos proporcionados al veterinario sean exactos, ya que esta información es la que se quedará registrada en la base de datos y la que se utilizará en caso de pérdida del animal.
Si se produjera un cambio de propietario o de domicilio, nos tendremos que poner en contacto con nuestro veterinario, que nos hará firmar los impresos correspondientes para que el cambio figure en la base de datos. A efectos legales, el propietario del animal es el que figura en esta base de datos y, por lo tanto, es también el responsable.
Del mismo modo, cuando nuestro gato fallezca, también tenemos que comunicarlo mediante un documento firmado por nuestro veterinario.
Implantar el chip a nuestras mascotas puede ser beneficioso por varias razones:
- A efectos de la ley sirve para demostrar sin ningún tipo de problema que somos el titular de nuestra mascota. Es imposible falsear los datos del microchip.
- En caso de pérdida del animal, tanto veterinarios como protectoras y autoridades (SEPRONA), mediante un lector, pueden acceder a nuestros datos.
- La identificación por chip ayuda a evitar el abandono, ya que la ley castiga con sanciones bastante elevadas a las personas que abandonan o maltratan a un animal. De esta manera, se puede probar quién es el propietario y responsable legal de un animal maltratado o abandonado.